El clima de Buenos Aires

Al hacer un viaje debemos observar qué tipo de ropa llevaremos en nuestro equipaje porque las temperaturas cambian según el país, por eso Buenos Aires te invita a conocer su clima.

Cada destino que visitamos tiene su particularidad en cuanto al clima que se vive allí, pero también es importante conocer en qué estación llegaremos al país, ya que eso puede cambiar mucho nuestra elección en el vestuario que tendremos que empacar.
Según los expertos Buenos Aires se caracteriza por su clima templado, durante el otoño y la primavera la temperatura suele ser cálida y no se presenta mucha diferencia durante el día y la noche, pero durante el verano o el invierno los días pueden ensañarse con la gente y mostrarse con mucho calor o mucho frío, aunque suelen ser momentos pasajeros que no empañan la visita.

Es común transitar por las calles de la ciudad y ver a turistas que no se han fijado mucho antes de viajar en qué tipo de vestimenta debían traer en su viaje. En pleno invierno uno puede ver a distintas personas transitar con malla y ojotas, mientras se puede ver a los residentes con tapados, botas y gorritos. Si bien se pueden comprar nuevas prendas para remediar la situación es bueno saber qué se debe llevar al momento de viajar para evitar la mirada de los ciudadanos, o un resfriado.

Si bien con los cambios climáticos a nivel global el clima de la Ciudad de Buenos Aires ha ido mutando, sigue manteniéndose fiel a sus seguidores y se puede disfrutar de sus temperaturas agradables. Por eso aquí les dejamos las características de cada estación.

Plaza San Martín

El verano
El verano en esta parte del mundo tiene sus propias características, si sos de los que se acostumbran a vivir en un clima seco, sin transpirar, preparate porque acá la cosa es diferente. La temperatura puede ser muy alta, pero es una situación que no suele durar más de una semana, después alguna ráfaga fresca llega para aliviar a todo aquel que haya dejado de ser amigo del calor. Ahora bien, la humedad va por otro lado. Buenos Aires tiene ese rasgo que muchas ciudades latinoamericanas poseen, su gran índice de humedad. Por eso el calor termina afectando tanto, porque la humedad es alta y los desodorantes desaparecen de las góndolas de los supermercados para que la gente pueda sentirse fresca de alguna manera. Durante el de Enero se presentan las más altas temperaturas de las cuales los porteños suelen escapar para alguna ciudad de vacaciones, y febrero puede mostrar algunas lluvias a lo largo de sus días.

Estas cuestiones climáticas hacen que las piletas de natación con las que cuentan algunos complejos y hoteles suelan llenarse en esta época del año, todos escapan o se hacen un hueco en sus días para refrescarse con un buen chapuzón.

Por eso recomendamos a todos los turistas que traten de mentalizarse en buscar lugares frescos, o conseguir algún hotel con pileta o visitar una durante su estadía en la ciudad. El verano arranca en diciembre y termina a mitad del mes de marzo.

El otoño
Uno de los climas más agradables y que hacen honor a la parte templada de Buenos Aires de la que hablan los que saben. Momento en el que se caen las hojas secas de los árboles y las calles de los barrios quedan con mantos crujientes para ir pisando. Las brisas del viento que pasan por al lado son ideales, los abrigos no están de más en la valija, pero hay que empacar algunos sacos de media estación y el famoso kit de lluvia, paraguas y piloto junto a algún calzado con el que se pueda transitar bajo el chaparrón que puede sorprender a los visitantes de la ciudad. Lo bello que tiene esta estación es que por las mañanas la temperatura es fresca, pero a lo largo del día el sol la hace más cálida y por las noches vuelve a refrescar. Este período dura de marzo a junio.

El invierno
Climas extraños si los hay, ya que el invierno de Buenos Aires puede ser muy cambiante. Puede presentar días extremadamente fríos en sus comienzos o a su término y tener alguna que otra tarde agradable con temperaturas de 16º. Es importante traer bufandas y gorritos, al igual que guantes si vas a visitar la ciudad en esta estación. Las medias gruesas y las botas a veces pueden hacerte falta. Las lluvias pueden aparecer pero son esporádicas y las nubes suelen apropiarse del cielo escondiendo por algunos días al sol. Las temperaturas no llegan a ser bajo cero, y por eso no son tan agresivas con quienes pasean por las callecitas de la Ciudad de Buenos Aires.
Es un lindo momento para visitar la ciudad y probar una buena chocolatada con churros, o algún plato caliente típico de los porteños. Esta estación comienza a mediados de junio y termina por el mes de septiembre.

La primavera
La estación del amor, dice el dicho popular. Aparece cuando el frío comienza a alejarse, todo florece y se llena de colores, y el verde sale de su oscuridad. Una época especial para visitar la ciudad y poder disfrutar de todo lo que ésta brinda, ya que se pueden encontrar tardes muy agradables en cuanto a la temperatura y noches en las que se puede salir a pasear con un abrigo no muy grueso.
Los espectáculos se vuelven a disfrutar al aire libre así como el ejercicio en los parques y las caminatas en las plazas.

Es un momento en donde el sol suele aparecer y deja de esconderse entre las nubes. La gente empieza a alegrarse de las tardes para tomar sol, almorzando al aire libre; en cada espacio verde se puede ver a un grupo de personas haciendo picnic.

Ésta estación tan linda se puede visitar de septiembre a mediados de diciembre y es ideal para recorrer los típicos paseos que la Ciudad de Buenos Aires tiene para ofrecer.

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